Muralla Romana de Lucus Augusti
Declarada Patrimonio de la Humanidad en 2000
Una de las características más destacadas de la Muralla romana de Lugo es que se encuentra completa en todo su perímetro y que su paseo de ronda (adarve), es íntegramente de uso público. Es la mejor conservada de la Península Ibérica, entre las de su época, y su aspecto actual responde en casi su totalidad a su configuración original.
La Muralla está datada entre las últimas décadas del siglo III y las primeras del siglo IV d.C, cuando la situación económica en el imperio a mediados del siglo III estaba ya muy deteriorada. En el año 275 d.C. se sucedieron a lo largo del imperio numerosas revueltas sociales que en muchos casos acabaron con el asesinato de terratenientes y gobernadores de ciudades a manos de los sublevados.
La clase dirigente de Lucus Augusti, asustada por las historias que cada día llegaban desde todo el imperio decidieron protegerse ante una posible sublevación. Para ello decidieron construir una nueva muralla que les diera seguridad frente a las revueltas sociales. La Muralla protege las zonas principales de la ciudad alto imperial: en el interior de su recinto permanecen el área foral, el teatro, las domus principales, las termas urbanas, el castellun aquae, el mercado y los templos principales así como la basílica cristiana. Queda también dentro de su recinto el área próxima al mercado donde se encontraban muchos de los talleres y artesanos que trabajan en el interior.
Se protege así los principales edificios y las viviendas de los dirigentes. En el exterior los barrios de viviendas más humildes así como los templos que se encontraban en el exterior de la ciudad antigua. La nueva muralla divide en dos la ciudad existente, y protege en su interior una zona de reserva de suelo para una hipotética expansión posterior.
El proyecto geométrico generador del bastión tenía un carácter específicamente defensivo, y su implantación sobre la ciudad antigua se rigió por una nueva geometría que, aunque basándose en la trama ortogonal de la ciudad alto imperial, atendía a las nuevas necesidades del momento. El proyecto fue pensado por un técnico, bien un arquitecto, bien un ingeniero, y por lo tanto fue realizado sobre la base de la geometría romana de la época, pero su implantación está realizada desde la mente de un militar.
La Muralla tiene forma rectangular con los vértices redondeados y sobre este rectángulo base están situadas las doce puertas del proyecto original. Cuatro puertas en cada uno de los lados mayores y dos en los menores.
La posición de las doce puertas fue seleccionada para su servicio sobre una vía en uso de la ciudad alto imperial, las doce estaban situadas en los extremos de seis de las vías principales de la ciudad; cuatro decumanus y dos cardos.
Geometría básica y emplazamiento de puertas y poternas |
El complejo defensivo estaba formado por tres elementos: foso, muralla e intervallum, además del conjunto de puertas y poternas:
El foso recorría perimetralmente el exterior del recinto y gracias a los trabajos arqueológicos realizados en los últimos años se ha podido documentar sus dimensiones. Está separado exteriormente de los cubos aproximadamente 5 m., y tiene de anchura y profundidad media de 20 m. y de 4 m. respectivamente con el firme natural del terreno.
La muralla de Lucus Augusti está construida en mampostería de lajas de pizarra y son utilizados bloques de granito en recercados de puertas y ventanas, materiales abundantes en las cercanías de la ciudad.Con casi toda seguridad los muros se encontraban enfoscados en todas sus caras.
La fortificación engloba 34,4 Ha y tiene un perímetro de 2.117 m. La altura oscila entre los 8 m. y los 12 m. por su parte exterior. La muralla poseía 85 cubos defensivos coronados por torres de dos pisos con ventanales de medio punto. En el interior de cada cubo existía una escalera que en la mayoría de las veces es de planta imperial y que comunica el espacio interior o intervallum con el adarve superior.
El Intervallum rodeaba la muralla a modo de una ronda interior y permitía la comunicación de las tropas en el interior de la ciudad para facilitar su defensa. Su anchura variaba en función de las calles próximas a la cerca pero en ningún caso era inferior a cuatro metros.
Las puertas. La muralla bajo imperial mantuvo el número de puertas que la ciudad antigua tenía de acuerdo con lo establecido en el rito de Jano, pero las necesidades defensivas hicieron variar su emplazamiento y reducir su anchura para mejorar el control de los accesos desde el exterior a la zona protegida del interior urbano.
Las doce puertas eran de dos clases, cinco puertas principales que permitían el paso de un carruaje, y siete puertas pequeñas o poternas que solo permitían el paso de una persona. (Una poterna es una puerta estrecha de pequeño tamaño, que se suele encontrar elevada y de difícil acceso, y en ocasiones se utilizaba como puerta falsa para poder entrar o salir en caso de asedio).
Todas las puertas del proyecto de la muralla tienen una clara geometría común, están cada una relacionada de manera exacta con las demás puertas de la ciudad y forman entre todas ellas una estrella de doce puntas con centro geométrico en el centro del rectángulo matriz. La puerta de Santiago es la única que debido a su desplazamiento no está situada en el lugar geométrico que le corresponde. Todas ellas se encontraban protegidas por dos torres simétricamente colocadas a ambos lados y de mampostería de piezas granito.
Las poternas. Una poterna es una puerta estrecha de pequeño tamaño, que se suele encontrar elevada y de difícil acceso, y en ocasiones se utilizaba como puerta falsa para poder entrar o salir en caso de asedio. Las siete poternas se encuentran siempre colocadas próximas a una torre, para facilitar su defensa.
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